Los orígenes
de la cultura chicha se remontan a la época de las oleadas multitudinarias de
inmigrantes del campo a la ciudad de nuestro país, hace ya unos 60 años. Esto
ha provocado que en los últimos 70 años la ciudad de Lima haya experimentado
cambios significativos en su proceso demográfico, social, cultural, político y
de expansión urbana. Los grupos migrantes empujados por la violencia ahora
instalados en la capital, llevaron consigo todo su bagaje cultural que fue
reproducido en el nuevo espacio y desarrollado con todas sus características,
pero al mismo tiempo se fueron asumiendo nuevos elementos del espacio socio
cultural y geográfico al que llegaron. Rescatando los sucesos terroristas de
los años 80 y 90’s, que de por si mermaron bastante en la sociedad y en su
desarrollo normal, perpetrando también la creación de esta paralela cultura a
modo de escape. Y así siguió hasta nuestros tiempos, hasta la actual realidad
peruana.
Podemos
observar entonces, un lenguaje chicha, caracterizado por ser producto del
choque de idiomas, de costumbres, de creencias; por ser huachafo, dejando de
lado totalmente la estética para dar paso a la sobrecarga de elementos que
llaman la atención, lo ‘kitsch’, irreverente; caracterizado por un nuevo
sistema de simbología y signos, la concepción de una nueva lengua; y sobre todo
podría decirse que caracterizado por la popularidad, lo plenamente social y
ligado a la escena urbana, de barrio, de quinta e incluso de cerro.
Para
nuestros propósitos gráficos, podemos citar ciertas características, no
obstante es imperativo mostrar algunos artistas y obras actuales con las que se
podrá identificar la gráfica chicha con mejor eficacia.
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