Juega primero con la idea del ‘ángel caído’, personificados por modelos evidentemente bellas y muy bien producidas. La admiración de las personas que puede contagiar al espectador de la misma confusión y curiosidad que causa la sorpresiva acción que se desenvuelve, concretando la idea, en un escenario de aspecto italiano. Se mantiene interesado al espectador, ya que gran parte del comercial se muestran a estas jóvenes hermosas apareciendo en diversas circunstancias luego de haber aterrizado. Finalmente se desplazan todas hacia un mismo punto para poner punto final a esta extraña travesía: se encuentran a un joven totalmente desinformado y destrozan sus halos de divinidad. Con este acto se da a entender dos cosas: que ningún poder o estatus de divinidad se comparan al ídolo que acaban de encontrar, se desligan totalmente de su estado divino al encontrar a este personaje; y que es válido dejar todo de lado para poder acompañar o convivir cerca de esta persona.
En última instancia se aclara todo el videoclip ligando esta última gran escena a una en la que el mencionado joven se aplica el producto junto con la voz en off presentándolo, además del logo de la marca y una breve frase.
Mediante estos dos niveles de narrativa publicitaria se podría decir que es un comercial muy bien estructurado, desde las referencias, la producción y la forma en la que se desenvuelve cada parte, el uso de íconos, etc. Es poderosa la escena clímax, el de despojarse de todo poder en pro a estar obtener la atención o de idolatrar a una persona común, que tan solo ha utilizado el producto en cuestión. Algo que siempre he encontrado contraproducente en los comerciales de Axe y sus muchas variantes, son el hecho de que usa la imagen de la mujer como simple elemento autómata, y que el deseo de estas por un solo hombre solo refuerza la idea machista de la conquista o la colección de féminas para alcanzar el éxito.
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